Septiembre de 2022. Esta vez tocaba una de las rutas que teníamos pendientes, hacer un pequeño tramo del Camino de Santiago desde Oporto. Realmente fue un Camino de Santiago un poco de ida y vuelta. Empezamos en Baiona hacia Oporto deshaciendo parte del Camino Portugués por la costa para después tomar el del interior de vuelta a Santiago. Volvíamos a ser el grupo original menos Antonio que tuvo que quedarse para atender deberes familiares, una pena, la verdad, notamos que faltó algo, se te echó de menos amigo. Queda pendiente repetir esta aventura desde más abajo, quizás desde Lisboa o, incluso desde Andalucía por la ruta de La Plata que se está adecentando bastante. Todo se andará.

Lunes 26 de Septiembre. LLegamos a Baiona con la furgo. De camino paramos en Ourense para comer. Restaurante “A cova do Savio” y no era una cueva, pero casi. Comimos en una de las salas a la que había que entrar agachándose por un pasadizo. Parece que estaba en una balconada del edificio colgado sobre un barranco a una altura respetable.

No, no estábamos de puntillas, bueno Pedro sólo unos cms. Yo tocaba el techo con los pocos pelos que me quedan y Juan se podía rascar la coronilla si no se agachaba un poco.

Y Fernando aquí decía…”Veís..?, yo no tengo problemas“. No estuvo mal esta primera parada por tierras galegas, comimos bien aunque yo si que esperaba encontrarme con un buen caldo gallego en el menú pero no…, a la próxima. Sueño con ese delicioso pote cada vez que voy por Galicia.

Y seguimos camino a nuestro primer alojamiento y punto de partida de esta nueva aventura: “O Escondidiño” en Baiona, un coqueto alojamiento a 5 minutos andando del centro de la ciudad.

Con un recinto cerrado con jardín y zona para parking, con la furgo y bicis a buen recaudo tomamos posesión de nuestros aposentos y nos fuimos a dar una vuelta por Baiona y conocer un poco de su historia.

Y resulta que estaban de fiestas en Baiona. Muy cerca estaba la “Capela de Santa Liberata” con un grupo de gaiteiros tocando música tradicional gallega.

Santa Liberata“. Santa popular ficticia, nunca canonizada oficialmente por la Iglesia, recibía sin embargo veneración por el pueblo, en particular, como patrona de las mujeres mal casadas, que le pedían librarse de sus maridos abusivos (Wikipedia).

Aquí Pedro estaba bailando al son de una muñeira que tocaban en ese momento (tenemos vídeo).

En un lateral de la plaza junto  a la Capela alguien vendía “exvotos“. Que qué es eso ?.  Pues supongamos que alguien como yo tiene problemas en las rodillas, que es verdad, pues Fernando fue a preguntarle si tenía rodillas (de cera claro). Si quiero solucionar mi problema, compro una y se la ofrezco a Santa Liberata en el interior de la Capela, y “yastá”, problema resuelto..!!!, ni prótesis de titanio ni na, de cera es lo mejor.

Menos mal que con la bici se me alivian los problemas de rodilla porque no se yo si Santa Liberata me habría servido de algo. Mucho me temo que…., bueno seguimos el paseo vespertino por Baiona.

Baiona con el Parador del Conde de Gondomar (Parador de Baiona) en primer plano rehabilitado sobre una fortaleza de más de 2000 años de antigüedad, el Castillo de Monterreal,  un recinto amurallado construido en época medieval sobre la península del mismo nombre.

El 1 de marzo de 1493 Martín Alonso Pinzón arribó con “La Pinta” a las costas de Bayona tras su viaje a América convirtiendo a esta villa en la primera de Europa que supo la noticia del descubrimiento del Nuevo Mundo. Por ello el primer fin de semana de marzo se celebra en el casco histórico de Bayona una fiesta medieval llamada La Arribada  (La wikipedia sabe mucho de ello).

Paseo turístico por Baiona, al fondo la fortaleza amurallada del Castillo de Monterreal y tapado por éste, el parador.

Rodear la pequeña península de Monterreal es un paseo apetecible y muy recomendable.

Y en la parte posterior de la fortaleza se encuentran cosas curiosas como ésta, una especie de santuario improvisado de cara al Atlántico.

Frente al mar, mirando al oeste por donde hace 500 años llegó Pinzón con La Pinta y por donde hoy se espera con ansiedad la llegada de los pescadores en días de mala mar.

Completamos la vuelta a la fortaleza del castillo que termina con este conjunto escultórico “Encontro entre dous Mundos“.  Inaugurado en 1993 con motivo de los 500 años de la llegada de la carabela La Pinta al puerto de Baiona.

El paseillo había despertado el apetito y nos dirigimos buscando el alboroto de la zona de marcha. No nos costó mucho encontrar un buen restaurante donde cenar.

Ricos manjares de la tierra. No, no fue marisco, pero nos fuimos contentos, todo estaba rico.

A los postres y por iniciativa de Pedro sorteamos quien cogía la furgo cada día. A la de tres, cada uno mostró un número con los dedos de la mano. Pedro, empezando por su derecha, o sea yo, contó hasta 12 que era la suma de los dedos de las cuatro manos y…, toma ya..!!, que le tocó a él. Mañana la coge Pedro y después el siguiente según el sentido contrario a las agujas del reloj.

Y con las mismas, paseíto corto hasta “O Escondidiño” por el casco antiguo de Baiona que mañana es día de escuela y hay que cruzar el Miño para ir hasta Viana do Castelo a ver a nuestros amigos portugueses.

Martes 27 de Septiembre. El sol ilumina la fachada de O Escondidiño y entra por nuestras ventanas. El día promete. Desayunamos y dejamos Baiona caminito de Portugal por la costa.

Una pena porque nos hubiera gustao pasar aquí algún día más. El sitio es ideal para unos días de vacaciones. Pero hay que currar..!!, porque no veas lo que se curra sobre la bici. Alguno dirá aquello de “Sarna con gusto no pica..!!”

E iniciamos el Camino de Santiago Portugués por la Costa desde Baiona, al revés que el resto del mundo, nos encontrábamos los peregrinos de cara. De Baiona a La Guardia (A Guarda en gallego) hay unos 30 km de un estupendo carril bici al borde del mar. El contraste entre la media montaña gallega y el azul del mar es inigualable.

Y Fernando, como siempre llevando la contraria. Que lo esperas en el carril para hacer una foto con una estupenda vista al fondo…, pues no, él aparece por la carretera..!!.

En el camino pasamos junto al Monasterio de Santa María de Oia en el Concello del mismo nombre. Monasterio cisterciense fundado en el siglo XII.

Recibió el sobrenombre de Real Monasterio de parte de Felipe IV cuando en 1.624 los monjes desde la Plaza de las Armas demostraron su valor militar con el hundimiento y fuga de cinco bajeles de piratas turcos que frecuentaban la costa. A partir de ahí se les llamó “monjes artilleros”.

LLegamos a La Guardia y allí nos esperaba Pedro con la furgo por si perdíamos la barca. Íbamos con la hora justa y a las 11 era el último viaje que hacía para atravesar el Miño hasta Portugal antes que bajara más la marea.

Desde la barca despedimos a Pedro alejándonos hacia tierras lusas. Él se va directo a Viana Do Castelo con la furgo desde donde volverá a nuestro encuentro con la bici.

Y los tres, las bicis y dos acompañantes extra además del barquero, nos ponemos rumbo a Caminha en la otra orilla del Miño.

Felices como perdices…!!

Cruzado el río Miño seguimos hacia Viana por el Camino de Santiago Portugués de la Costa. Nos cruzamos con gran cantidad de peregrinos en sentido contrario así que no era dificil seguirlo.

En Ancora Praia frente al Forte da Lagarteira. Fortaleza militar del siglo XVII, destinado a la defensa de la costa frente a la amenaza de la flota española.

Una gran parte del camino transcurre por pasarelas de madera al borde mismo de la playa que, en muchas ocasiones, se ven inundadas por las dunas presentes en la mayor parte del recorrido hasta Oporto.

Y cuando la arena lo tapa todo, pie a tierra y a empujar, no hay otra forma.

En la “Praia do Forte do Cão” ya a tan sólo 19 Km de nuestro destino en Viana Do Castelo. 

Que si, que si, que ya queda poco…

Algunos tramos del recorrido se separan un poco de la costa cambiando totalmente el paisaje. Fernando haciendo un esfuerzo en este repechín. Vamos…, que ya queda menos..!!

“Paradinha” antes del último tramo.

En algunas zonas llanas de costa en lugar de playa las rocas aparecen peladas por efecto de las olas mostrando un paisaje curioso y original.

Mientras Juan y yo nos dedicábamos a inmortalizar nuestra presencia por estos pagos, Fernando contemplaba un rebaño de ovejas al fondo.

Y por fin nos reencontamos con Pedro que venía de vuelta. Que emoción…!!

Y después de unos 70 Km y pico (el pico fue en barca), llegamos a Viana Do Castelo

En primer plano el “Santuario de Nossa Senhora da Agonía” y al fondo el monumento más representativo de Viana de Castelo, el “Santuario do Monte de Santa Luzía

Y como el hotel no podíamos ocuparlo antes de las tres, pues había una importante tarea que hacer antes de eso.

A 200 metros había un restaurante que nos recomendaron. Atamos las bicis a la vista y a ver donde está ese primer “Bacalau a brass” para celebrar la visita a Portugal.

Tachaaaannnn…!!!, aquí está, Pedro no da crédito a lo que ven sus ojos,…, y to esto pa uno??…, no, es para dos, dice el camarero. No era “Bacalau a brass”, eran dos fuentes enormes de “Bacalau a la no se que”, pero estaba buenísimo y después de los 70 km, mucho más.. Con una de ellas habíamos tenido suficiente para los cuatro.

Y entre plato y plato se nos hizo la hora de entrar en el hotel, éste que veis aquí, Hotel do Parque, chulo, chulo.

Y después de ducha y un corto descanso, nos fuimos de visita turística por Viana y, como no, primero al sitio más emblemático de la ciudad.

Aquí está, magestuosa y dominándolo todo desde el cerro más alto, el “Santuario do Monte de Santa Luzía“. A sus pies, toda la ciudad.

El santuario se encuentra en el punto más alto del Monte de Santa Lucía y a una altura de 250 m sobre la ciudad justo a sus pies. Hay rutas de subida a pie que tienen lo suyo. Aquí estamos tan frescos después de esa subida….., en la furgo claro.

La siguiente visita turística de la tarde era en el puerto. Visitamos el barco museo Gil Eanes, antiguo barco hospital que atendía las necesidades hospitalarias de la flota bacaladera portuguesa

El barco es un hospital en pequeño pero con todos los elementos propios del mismo: Consultas, camas hospitalarias, quirófano, alojamientos para médicos y sanitarios, lavandería, cocinas…

En la sala de control. Fernando al timón, Juan hablando con el práctico del puerto antes del atraque y Pedro ?…, parece de capitán relajao, todo en orden..!!

Dos motores gigantescos de 8 cilindros en los que cabe una persona mueven el barco. Impresiona el tamaño de los diferentes elementos asociados a los motores.

Y después de la visita al barco teníamos partidito de la selección, muy cerca  de donde estábamos, nada menos que “España-Portugal” decisivo para la clasificación en la “Final four” de la Liga de Naciones. Y eso que es ?, preguntan los dos que os podéis imaginar, se lo explicamos y…., y eso es importante ?, dicen.

Total que Fernando y yo nos quedamos en un restaurante de las proximidades donde había tele y los no futboleros se fueron de paseo nocturno por Viana. Volvieron para cenar.

En el último minuto del partido España marcó (0-1). A los pobres portugueses se les quedó una carita…., a ellos les valía con el empate para clasificarse, pobriños…

Centra Carvajal al segundo palo, Nico Wiliams se la da de cabeza a Morata que remata sólo a placer. Precioso gol…!!,  los no futboleros ni se inmutaron, que le vamos a hacer, hay algunos que no saben apreciar el arte.

Y aquí el vídeo (Abstenerse los no futboleros).

Miércoles 28 de septiembre. Viana-Porto. Hoy me toca furgo a mi. Me voy hasta Perafita en la costa, unos 15 km antes de llegar a Oporto, aparco la furgo y me vuelvo al encuentro del resto.

Como yo no hice esta primera parte del recorrido, intentaré adivinar lo que hicieron estos tres indocumentaos porque muy poco dijeron ellos, tan sólo que había sido un poco enrevesado, sobre todo al final. Aquí parece que es a la salida de Viana, al fondo a la izquierda se adivina la cúpula del Monasterio de Santa Sofía.

Tuvieron que pasar el río Neiva. Dicen las crónicas que es una parte chula del recorrido, sobre todo el paso por este puente de losas de piedra. Pasaron por aquí ?. Me extraña, Fer tendría fotos.

O pasaron por este otro puente de la ecovía ?. Tampoco tienen fotos. Por uno de los dos tuvieron que pasar, ¿o lo hicieron a nado?.

Por aquí si pasaron pero…, donde es esto ?

Al menos sabemos que hiceron una parada aquí, en Esposende junto al “Forte de San Joao Baptista” una fortaleza más de la costa para protegerse de posibles invasiones españolas.

En Vila do Conde se les había hecho la hora de comer. Empezaba a llover. Yo venía a su encuentro unos Kms más adelante. Juan me llamó: “Estamos junto al Casino”. Este debe ser el momento. A partir de ahí comenzó a arreciar la lluvia, venía por la costa y  tuve que dar un rodeo considerable para coger el puente sobre el río Ave.

Desde el puente hasta el supuesto casino había una tiradita bajo la lluvia. Iba buscando el dichoso casino cuando oigo una voz familiar allá, a lo lejos. Era Pedro haciendo aspavientos con los brazos. Habían encontrado este chino para comer.

Pues nada, a comer en el chino. Míralos que frescos y relajados están. Yo no puedo decir lo mismo.

La tarde se arregló y los cuatro seguimos camino hacia las proximidades de Oporto donde yo había dejado la furgo.

El tramo desde Vila do Conde hasta Oporto discurre paralelo a la costa y a pocos metros de ella mediante pasarelas de madera elevadas sobre las dunas.

Estas pasarelas las usan los peregrinos, caminantes y también las bicis en zonas donde no hay ecovía, que es como se llaman aquí a los carriles bici. Van ancladas al suelo mediante postes formando una especie de puente continuo para evitar acabar enterradas por la arena de las dunas.

Terminamos el recorrido a unos 15 km de Oporto donde yo había dejado la furgo junto a la playa y nos fuimos al hotel en el centro mismo de Oporto. Hotel “Spot Family Suites”, buena relación calidad-precio. Una habitación de 4 para estar juntitos. Unos 110 € los 4 con desayuno incluido.

Teníamos un freetour concertado para la tarde pero no llegábamos. Lo cancelamos y contratamos otro para por la noche, de esos que te cuentan las historias macabras de los sitios. Comenzamos en la plaza de la libertad y recorrimos lugares con historias siniestras que contar.

En Rua de Belmonte 23, junto a Cafetería Vitoria y que pasa totalmente desapercibido para cualquiera que no lo conozca, encontramos la entrada a las escaleras de acceso al barrio judío “da Vitoria” al que se sube por un callejón-escalera interminable.

LLegamos al Mirador de la Victoria al final de la interminable escalera, barrio de triste historia para los judíos castellanos expulsados de España y expulsados también de aquí al poco tiempo de llegar por exigencia de los reyes castellanos.

Una de las historias más curiosas que nos contó nuestro guía fue la de Brites de Almeida, la panadera de Aljubarrota, figura legendaria y heroína portuguesa, cuyo nombre está asociado a la victoria de los portugueses sobre las tropas castellanas en la batalla de Aljubarrota (1385). Según la tradición, con su pala de tahona dio muerte a siete castellanos que encontró escondidos en un horno.

Seguimos hasta lo que hoy es el Centro de Fotografía Portuguesa, antes cárcel de Oporto donde, entre otros, estuvo encarcelado el escritor Camilo Castelo Branco.

A la derecha de la plaza una estatua de Camilo Castelo Branco recordando su obra más conocida, “Amor de perdición“.

Y como éstas, unas cuantas historias más de Oporto como escusa para enseñarnos algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Terminamos el tour junto a la ribera del Duero, en la zona de marcha, donde buscamos un sitio para cenar.

Espectacular vista nocturna del emblemático puente Don Luis I, símbolo de Oporto.

Y de aquí, largo paseo hasta el hotel incluida subida a pata desde el río pasando por la catedral. Por encima de nosotros la estructura del puente Don Luis I sobrevolando los edificios.

Mañana amenaza lluvia y tendremos visita diurna a la ciudad.

Jueves 29 de septiembre. El día se despierta con lluvia. Pues está claro, visita turística relajada a Oporto. Dejamos la bici para la tarde.

Y comenzamos visitando el famoso mercado Bolhao que lo teníamos ceca del hotel y que ha abierto recientemente en septiembre después de 4 años de reformas. Realmente impresionante.

Puestos en plan “esquisiteces” al estilo del Mercado de San Miguel de Madrid pero enorme, más de 7.000 m2 de superficie interior para exposición.

En Oporto es obligado hacer el “Crucero De Los Seis puentes“, bueno, lo de crucero queda un poco excesivo porque no es más de 1 hora aunque compensa con la espectacularidad del recorrido bajo los puentes.

En un recorrido por el Duero de no más de 5 km (10, ida y vuelta) se pasa por debajo de los seis puentes mientras una grabación en 4 idiomas describe lo más interesante de cada uno de ellos. Interesante, obligado en Oporto.

Desde el centro del río se aprecia mucho más la belleza del entorno. Las orillas escarpadas a ambos lados del río en combinación con los edificios que cuelgan de ellas hacen un paisaje único y espectacular.

Y no nos podíamos ir de Oporto sin ver que se cocía en lo alto del puente. Pues si, peatones y metro que por el puente pasa despacio por si las moscas.

Y vistas espectaculares…., de la ciudad.

Y como aquí ya estaba “to el pescao vendío“, cogimos carretera y manta hacia Bárcelos (es Bárcelos, no Barcelós). Y es que pensamos que como la previsión era de viento fuerte quizás sería mejor hacer una ruta por los alrededores de Bárcelos que venía en el WikiLoc.

Comimos de camino en un restaurante “Mesa 7”, en Maia a unos 10 km de Oporto. Bien, recomendable, al menos para mi que me apunto siempre al Bacalau. Aunque quizás no sea el más indicado para opinar sobre la comida, menos el pollo frito seco, todo me sienta bien.

Aquí el reportero demostró poca profesionalidad, pilló a dos de los comensales con la boca llena.

A primera hora de la mañana no teníamos alojamiento en Bárcelos pero a lo largo del día conseguimos nada menos que un chalet enorme a precio de ganga. Teníamos una habitación para cada uno, parcela para furgo y bicis…, en fin mejor imposible. Los dueños, una pareja de mediana edad, ocupaban la planta de abajo, y alquilaban la de arriba.

Después de asentarnos en nuestro flamante chalet salimos a un recorrido teórico de unos 30 km por la ribera del río Cávado. La ruta que elegimos de WikiLoc no era precisamente reciente, hacía unos 10 años que alguien la había hecho y, claro, las zarzas y otras hierbas en ese tiempo no están quietas.

De todas formas encontramos un bonito rincón junto a un viejo molino a la orilla del río que hizo que mereciera la pena la corta excursión. Volvimos enseguida a casa. No habíamos ganao ni pa la cena.

Pero bueno, sin cenar no nos íbamos a quedar. Además, desde el principio del viaje la idea era probar el gallo asado al estilo Bárcelos o papas de Sarrabulho regado con verde según dijo Juan. Nos fuimos al centro de Bárcelos buscando ambiente y…, un desierto.!!. Costó encontrar un sitio donde nos dieran de cenar. 

Fernando dijo que esta noche ayunaba, que había hecho una promesa de no se que y se fue a dar una vuelta a hacer un reportaje “Bárcelos la nuit”. Y ésto es lo que encontró por la calle.

Viernes 30 de Septiembre: Ahora ya si, retomamos el Camino de Santiago Portugués del Interior a partir de Bárcelos, la primera etapa Oporto-Bárcelos nos la “fumamos” ayer en la furgo.

La primera parte de la etapa de hoy, Bárcelos – Ponte de Lima tiene “miga“, o mejor dos subiditas de aupa en muy pocos km. En la primera de ellas, Portela de Tamel, subimos 130 m en 2,3 km. Que eso no es na ?. Súbete en la bici y hazlo, verás.

Salimos temprano desde nuestro chalet a las afueras de Bárcelos y por callejuelas y trochas enlazamos con el Camino en Vila Boa. Allí nos encontramos con riadas de peregrinos que habían madrugado quizás pensando en lo que tenían por delante.

Superada la subida de Portela de Tamel, en el valle encontramos sitios como éste para relajarnos.

O como este puesto ambulante a la entrada de una casa. El dependiente ?. …, pues el cofrecito que se ve junto a la cesta con bolsitas de fruta, pastas y otros dulces. Coges bolsa y dejas euro en la cajita. Este negocio no paga seguridad social por el cofre.

Esta etapa fue bastante dura, por lo menos para mi, o será que ya “toi mayor”. Y estos dos tan frescos después de la segunda bajada.

LLegamos a Ponte de Lima, por fin..!!. Ese de ahí no es el “Ponte”, es el que se ve más al fondo. Fernando ya esperaba con el restaurante preparado.

Y como alguien dijo, “…y ya sin más dilatación..“, nos adecentamos una pizca y a comer. Era la comida del día, lo que había, no había mucho donde elegir pero rico, rico todo. Comimos bien, si señor.

Hoy se celebraban regatas aquí. Los y las participantes recorrían un tramo del río varias veces pasando por debajo de los ojos del “Ponte”, este si es el de Lima.

Al final del “Ponte” esta original escultura nos recuerda que por aquí pasa el Camino.

Y este avispado paisano entiende bien cómo funcionan los negocios del Camino.

Leyenda del Río Lethes (Río Lima): “Era el río del olvido. Quien lo cruzaba perdía la memoria“.  Las tropas de Decius Junius Brutus (año 135 AC) se negaban a atravesar el río. El Comandante romano lo atravesó y llamó a cada soldado por su nombre, y pasaron, claro.

Y de ahí, cogimos la furgo y carretera y manta hasta Tuy. No estaba el tema para seguir en bici por la tarde, ya habíamos tenido bastante.

Y acabamos aquí, Hotel Cruceiro do Monte, entre Tuy y Valença do Minho.

Por la tarde tocaba visita primero a Valença do Minho, a su histórica fortaleza reconstruida en el siglo XVII sobre otra del siglo XII. 

Desde lo alto de la muralla las vistas son envidiables. Arriba, al fondo detrás de Pedro, el antiguo puente Internacional.

Dentro del recinto de la fortaleza está la antigua Valença (Contrasta) que ahora está enteramente dedicada al turismo: Tiendas, restaurantes….

Y de la fortaleza de Valença, pasamos al otro lado del Miño a dar una vuelta por el casco viejo de Tui. Cómo no, la catedral era visita obligada.

Aunque siempre decimos lo mismo, “hay que cenar ligero, que volvemos con más kilos de los que traemos“, cuando pasas por un restaurante con buena pinta, no hay quien se resista. Aquí terminamos el día, Restaurante O Vello Cabalo Furado. Oye, genial, con la cocina y cocineras/os a la vista, como debe ser.

Sábado 1 de Octubre. Tuy – Pontevedra, penúltima etapa. Hoy toca furgo a Juan y mañana a mi. Yo ayer acabé bastante cansado y le propuse a Juan un cambio ya que la última etapa, aunque más larga, era más liviana. Aceptó. Juan siempre es comprensivo con los mayores….

Salimos de Tuy hasta enlazar con el Camino unos kms más adelante y los dejé bien acompañados de los peregrinos que habían salido de Tuy hacía ya una horita.

Camino de Santiago Portugués
gronce.com

El primer tramo hasta O´Porriño, donde yo les esperaba pa invitarles a un café, era relativamente llano.

Después del espacio natural de As Gándaras llegan a O´Porriño.

Ahí, detras del kiosco, en una terraza les vi llegar por la calle principal del Camino. Bastante frescos, por cierto. Nos tomamos un café y seguimos camino hasta la siguiente parada, Redondela.

Arriba de la tachuela entro O´Porriño y Redondela (se suben 150 m en 3 km) está la “Capela de Santiaguiño“. No se si al final la vieron o no, no dicen ná.

A poco de llegar a Redondela, aquí hicieron lo que seguro todo el mundo hace. Que originales…!!. Yo les esparaba a la entrada, en un restaurante, “Don Vinarius”, tomamos un tentenpie. No recuerdo cómo fue el tema pero nada bien. Como está justo enfrente de la llegada del Camino al pueblo, estaba lleno de peregrinos, pero no parece que lo cuiden mucho. 

Antes me había dado una vueltita turística por el pueblo. Este “Viaducto Madrid”, que atraviesa todo el pueblo por encima de los edificios es algo de lo que los vecinos de Redondela no creo que estén muy orgullosos, me temo que no.

Y seguimos camino, próxima parada Pontesampaio. Tenían una tachuelilla de 120 m antes de Arcade, yo ni me enteré.

Y aquí está, Pontesampaio. Aquí tuvo lugar la conocida como Batalla de Pontesampaio, decisiva en la Guerra de la Independencia.

Y al otro lado del puente justo lo que andábamos buscando, restaurante O´Camiño. Estaba lleno, pero pronto nos hicieron un hueco. Bien, aquí comimos bien y a buen precio, recomendable. No hay más que ver lo contento que salió Juan como diciendo, de aquí me voy ahora hasta Santiago si hace falta..!!

Recargamos pilas y seguimos hasta Pontevedra, bueno, ellos por un lado y la furgo y yo por otro. Y ya me dirá alguno de ellos quien es el personaje de la foto, importante debe ser, pero quien ?.

Y llegamos a Pontevedra. Hotel Rúa, junto a la Plaza de la Verdura. 

Mientras cogí una de las habitaciones, descargué el equipaje y llevé la furgo a una plaza de garage que habíamos acordado con el hotel, llegó el resto del equipo. Dejamos las bicis a buen recaudo en el sótano y a prepararnos par visita turística a Pontevedra que tiene mucho que ver.

Junto a la Plaza de la Verdura, está la de Méndez Núñez donde se hacía la tertulia a la que era asíduo Valle Inclán y donde ahora tiene una escultura que lo recuerda. 

Convento de San Francisco en la Plaza de la Estrella.

Iglesia de la Virgen Peregrina en la plaza del mismo nombre

El casco antiguo de Pontevedra es todo él un museo urbano. Por cada calle te encuentras edificios, esculturas, monumentos, iglesias… Hicimos un recorrido al azar, sin rumbo fijo y a la vuelta de cada esquina aparecía algo que llamaba la atención, una fachada, una escultura, un edificio emblemático, una iglesia…

Y por supuesto, bares y restaurantes a porrillo en calles estrechas. Era la hora y acabamos cenando en uno de ellos, en una calle abarrotada de mesas a uno y otro lado casi sin dejar paso a los transeuntes. 

Domingo día 2 de Octubre: Ultima etapa. Juan se lleva la Furgo hasta Santiago y volverá a nuestro encuentro para hacer los últimos Kms juntos.

Etapa larga pero agradable y bastante cuidada. Esperábamos encontrarnos con Juan de vuelta en Padrón, pero le dió zapatilla a la bici y nos encontramos unos kms antes de llegar, casi a medio camino entre Caldas y Padrón. 

Algunas estampas gallegas antes de Caldas de Reis.

Y en Caldas, este peregrino que lleva años sin avanzar un palmo, nos dice “por ahí, por ahí…, que yo no puedo”, pobre.

Calentita estaba el agua que salía de estos caños, doy fe.

Y pasado el puente de Pontecesures encontramos este local, buen reclamo para hacer un alto en el Camino y tomar un tentempié.

En Padrón encontramos un mercadillo en medio del Camino con una zona de pulperías que tenían muy buena pinta. Estuvimos dudando si parábamos a comer a base de pulpo y…., al final nos fuimos. Yo creo que más de uno se arrepintió, entre otros yo mismo.

Y en el paseo del espolón de Padrón, un sitio que Fernando conoce bien porque se pasó parte de sus años mozos por allí, tenemos dos esculturas emblemáticas, una de Rosalía de Castro y otra de Camilo José Cela, ilustres gallegos nacidos en esta villa.

Y esas dos enormes esferas de granito delante de la escultura porqué las pondría ahí el artista ?, pues si, por eso mismo que estáis pensando, por eso. No podía ser de otra forma siendo Cela el homenajeado.