Junio de 2019. Una vez más nos lanzamos a la aventura por las rutas ciclistas. Esta vez por la Vía Verde del Bajo Ebro, entre Alcañiz y el Delta del Ebro. Una visita turística a Tortosa y nueva ruta por el Delta disfrutando de sus muchos atractivos. Para terminar en Peñíscola….
Primera etapa, 13 de junio: Vía Verde del Bajo Ebro.
Partimos de Valderrobres en Teruel, pueblo precioso de origen medieval. LLegamos tarde y no nos dió tiempo a visitarlo. Esta vez fuimos sólo Juan, Antonio y yo mismo, el resto nos abandonaron.
Nos alojamos en el Hostel Albergue Valderrobres, edificio histórico en el mismo centro del pueblo con una gran terraza a los pies del rio Matarraña. Buscando donde cenar, acabamos en un bareto de las proximidades. Pizza y poco más. Suficiente. Y a la cama, o mejor dicho, esta vez eran literas de un dormitorio corrido.
Y este el comedor del hostel, precioso y acorde con el lugar. Abuhardillado y con estructura de madera manteniendo la arquitectura original.
Y muy bien preparados con el desayuno que acabáis de ver empezamos la faena. Desde Valderrobres vamos en la furgo a buscar la estación del antiguo tren unos kms arriba.
En el mapa, cortesía de Wikiloc, se puede ver la ruta completa desde Alcañiz al Delta del Ebro. Nosotros haremos desde la estación de Valderrobres a Tortosa, más o menos unos 60 km.
Y nos cruzamos con Juan que venía en dirección contraria a nuestro encuentro. LLevar la furgo tiene muchas ventajas y sólo algún inconveniente. Alguno siempre se pierde parte del recorrido y hace dos veces la otra parte.
Seguimos camino de Tortosa hasta que por fin…., ahí está….
… y no es la Puerta de Alcalá, no, es el magestuoso Ebro.
Y llegamos a Tortosa. Entramos por el puente de hierro por donde llegaba el tren en otros tiempos desde Alcañiz.
Como siempre, hotel, ducha y a reponer fuerzas después del curro. Preguntando se va a Roma. Un restaurante muy coqueto en las proximidades nos ofreció estas esquisiteces.
Y por la tarde visita turística a Tortosa. El parador se encuentra en uno de los puntos más altos de la ciudad.
Y la Catedral de Santa María vista desde la atalaya del parador.
Y ahí está “La Gallina de Franco” erigida sobre un pilar del puente volado por los republicanos para conmemorar la victoria en la batalla del Ebro. Aunque le han quitado muchas de las alusiones al bando franquista, conserva todo su significado.
No la han derribado aún porque, según nos dijo una señora muy simpática, se hizo un referéndum y salió que era mejor dejarla porque costaba mucho dinero quitarla. Pensamiento práctico catalán. Y ahí sigue este monumento a la barbarie.
Segundo día, 14 de junio: Por el Delta del Ebro.
Inicialmente teníamos pensado salir de Tortosa en bici hasta el Delta y dar unas vueltas por allí. Pero empezamos a contar kms sobre el mapa y nos salían cerca de 150……, Cambio de planes. Con la furgo hasta Poble Nou del Delta y desde ahí teníamos mucho que recorrer.
Antes buscamos un restaurante donde reservar. Después de rechazar uno porque parece que la chica joven que nos atendió “no conocía” el castellano, reservamos en Can Paquita. Encantadores.
Desde Poble Nou fuimos primero hacia la lengua de arena dercha del Delta (Playa del Trabucador), hasta que se nos acabó el terreno sólido y todo era arena.
Y en el extremo final esta atalaya desde la que se puede divisar hasta donde el dulce agua del Ebro se entrega a la mar salada del Mediterráneo.
Y vuelta hacia Can Paquita donde nos esperaba un arroz, creo recordar que con anguilas del Delta, que parecía tener una pinta genial. Y así fué, nos dimos un homenaje bien merecido después del “trabajo” de la mañana.
Tercer día, 15 de junio: Sierra de Irta
Junto a Peñíscola y precisamente es ahí, en el hotel Peñíscola, donde nos alojamos.
Clásico hotel playero junto con decenas de familias, bufet veraniego y animación de la de tachun-tachun….
Pero no veníamos al hotel, veníamos a hacer ruta por la Sierra de Irta, parque natural en Peñiscola paralelo a la costa de unos 12 Km de longitud por unos 7 de ancho y con altura máxima de unos 500 metros.
El camino está en buen estado en gran parte del recorrido. Sólo algunos tramos pedregosos que obligan a tomar precauciones.
Acabamos en una cala, junto al camino, y con ganas de un buen baño…., pero no habíamos traído bañador.
En la playa había dos parejas a la derecha, y dos chicas en bolas a la izquierda. Nos arrimamos a la izquierda para no desentonar, declaramos nudista esa parte de la cala y nos dimos un bañito que supo a gloria. De eso no tenemos fotos, por si las estáis esperando
Y vuelta a Peñíscola. En la siguiente se ve al fondo la tachuela de la Torre Nueva. Antonio derrapó en la subida y nos tomó un par de minutos de ventaja. Parecía Perico subiendo el Tourmalet.
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